martes, 16 de julio de 2019

Benditas rarezas

El otro día Catherine L'Ecuyer, una conocida escritora, preguntaba en una red social las razones por las que algunos nos sentimos diferentes o "raros" respecto a las personas que nos rodean, y aquí van algunas de nuestras rarezas, de las que por cierto, estamos muy orgullosos:

- Raros por enseñarles a rezar y a amar a Dios.
- Raros por usar pañales de tela.
- Raros por poner a hacer pipi y caca en el váter a nuestros hijos desde bebés (control natural de esfínteres).
- Raros por enseñarles gestos cuando son pequeños para que puedan comunicarse con nosotros aunque aún no sepan hablar.
- Raros por ponernos a su altura cuándo nos hablan y tratar de escucharles y atenderles (por pequeños que sean), como nos gustaría que hicieran con nosotros.
- Raros por llevar a los tres todavía a contramarcha en el coche (¡¡cuántos mareos deben coger por nuestra culpa...!!)
- Rarísimos por no tener tele en casa y querer mantener a nuestros hijos (5 y 3 años) alejados de las pantallas y dispositivos tecnológicos.
- Raros porque si ponen la tele en casa de los abuelos les decimos que se vayan a otra habitación.
- Raros porque no subimos fotos en las que se les vea la cara a nuestros hijos a las redes sociales, y no firmamos autorizaciones porque queremos preservar su privacidad. A más de uno por la calle le he tenido que decir que no saque fotos a mis hijos (como si de monos de feria se trataran).
- Rara por dar teta en tándem y más allá de los 3 años.
- Raros por no llevarles al cole en infantil y tenerles "secuestrados y aislados del mundo"(¡¡ay pobrecitos míos que será de su socialización fuera del aula!!).
- Raros por querer ser sus educadores principales y no delegar algo tan importante, como es su educación y formación en los primeros años de vida, en otros.
- Raros por confiar en su curiosidad y ganas de aprender y no reproducir la escuela en casa.
- Raros por portearlos y querer pasar el máximo tiempo con ellos, y cuanto más pegaditos a nosotros, mejor.
- Raros por tener 3 hijos y querer tener más aunque la tercera sea chica ( "por fin la chica, ahora ya pararéis, ¡¿no?!").
- Raros por priorizar la familia y coger reducciones de jornada y/o dejar de trabajar para dedicarnos al completo a ella ("¿y qué vas a hacer de útil en tu vida?").


¿Tenéis vosotros algo que pueda parecer raro a los ojos de los que os rodean?


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