viernes, 12 de julio de 2019

Llegaron las "vacaciones"

Ya han llegado las deseadas vacaciones para la mayoría de los niños, pero los míos no han notado ninguna diferencia respecto a lo vivido los últimos meses (y los últimos años),  ya que al no ir al cole vivimos en constantes "vacaciones", lo cual no quiere decir que no hayamos trabajado cosas durante estos meses, al contrario, hemos aprendido muchísimo, pero de una manera distendida, divertida, sin forzar aprendizajes, sin prisas,  sin horarios, sin asignaturas, sin espacios determinados para ello... ya que el mundo es nuestra escuela y nuestros intereses nuestras "asignaturas". 

Estoy feliz de no haber llevado a cuchuflin al colegio. También es verdad que han habido momentos de desgaste, de agobio, de incertidumbre, de peleas y riñas entre hermanos, de sentirnos incomprendidos, de tener la casa patas arriba y sentir la demanda de los niños y ver que no llegas a todo (o a nada), de perder la paciencia, de volverte "loca" buscando planes con niños por las mañanas... Pero aún con esas "sombras" de la educación en familia, son muchísimas más sus luces. Ahora que lo veo con algo más de perspectiva y viendo como estamos como familia y cómo es y está  cuchuflin, creo que ha sido la mejor decisión. Si pudiéramos retroceder en el tiempo, volveríamos a tomar la misma decisión de no escolarizar a una edad tan temprana. 

La educación en familia nos ha aportado mucho como familia y nos ha permitido estar al lado de nuestros hijos en los años más importantes de su formación como personas, en esos años en los que están forjando su personalidad y en los que necesitan tener a alguien que les ayude a resolver sus dudas, sus inquietudes, alguien que esté disponible para ellos y en quién sepan que pueden confiar. Alguien que les ayude a gestionar sus emociones, a diferenciar lo que está bien de lo que está mal... Poder acompañar a nuestros hijos y verles crecer con una autoestima sana, con empatía, con amor a la Verdad, con capacidad de asombro y de diferenciar lo bello de lo que no lo es, con sentido de la justicia y del bien, ES UN PRIVILEGIO. 

Ahora vuelvo la vista atrás y pienso en tantísimos planes que hemos podido realizar, en la naturaleza, en talleres, en la cocina, en el parque, con los abuelos, tíos y primos. Tantísimos momentos de conexión, tantas inquietudes respondidas juntos, tantos aprendizajes, tantos momentos que hemos podido vivir SIN PRISAS, sin horarios estrictos, dedicando el tiempo que hemos considerado oportuno en cada momento. Tantísimos momentos en familia, tantísimos cuentos nocturnos sin importarnos la hora, hemos vivido TANTO TANTO en estos años de educación en familia, que no los cambio por nada. 

Realmente creo que aprenden mucho más y mejor en el día a día, en su quehacer cotidiano, en la interacción con sus seres queridos (abuelos, tíos, padres, hermanos, primos, amigos...), en el contacto con la naturaleza... y sobretodo creo que más que aprender, se desarrollan más plenamente y tienen mayor acceso a la Belleza. 

Y en este ambiente de seguridad, de asombro, de emoción... es donde se lleva a cabo el verdadero aprendizaje. Y seguiremos descubriendo, asombrándonos, disfrutando y aprendiendo, juntos como familia.





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