Algo nuevo que nos ha traído este confinamiento, nuestra asamblea familiar de los domingos. .
En este tiempo de confinamiento se han hecho muchos encuentros virtuales y charlas, y en una de esas charlas para matrimonios, hablaron sobre cómo conseguir vivir las prácticas de piedad en familia y hablaron sobre la importancia de VIVIR el domingo.
Ha sido una maravilla para nuestra familia, el domingo se convierte en un día de fiesta y de celebración. El centro del domingo es la Santa Misa. Nos arreglamos para ir a ver a Jesús y después celebramos ese encuentro y comemos algo especial en la comida, ponemos aperitivo, helado... En la comida se brinda para agradecer a los demás cosas que han pasado durante esa semana. Y por la tarde nos juntamos para leer el Evangelio del domingo siguiente y poder vivirlo y tenerlo presente durante toda la semana que empieza. Después de escucharlo se hacen ecos (es sorprendente como reflexionan y con las cosas que se quedan), cada uno dice que le dice Jesús en ese Evangelio y entre todos ponemos un propósito que nos ayude a ser mejores esa semana.
Después elegimos un juego y disfrutamos todos juntos. Desde los más mayores a los más pequeños. Lo importante es participar todos. Escucharse y ayudarse, y acercarse juntos a Jesús que nos hace mejores.
Os animo a que lo probéis. Seguro que lo disfrutaréis todos mucho.
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