Los niños nos enseñan que no hacen falta grandes cosas ni grandes acontecimientos para ser felices...Pero necesitamos cambiar nuestra mirada y dejarnos sorprender y maravillar con lo que nos rodea.
Así que hoy voy a intentar cambiar mi mirada y ser capaz de descubrir esas pequeñas cosas que pasan a mi alrededor y muchas veces pasan desapercibidas por tener la cabeza en otro sitio, por estar pendiente del móvil o por ir con el piloto automático. .
¿Os animáis a dejaros sorprender por las pequeñas cosas de cada día que nos pueden llenar de felicidad?
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