lunes, 9 de abril de 2018

Nuestro tercer hijo: un hijo para la eternidad

Hoy se celebra la jornada por la vida y creo que es un buen momento para retomar el blog después de más de un año de parón, para compartir con vosotros que en diciembre tuvimos una grata sorpresa cuando nos enteramos que esperábamos a nuestro tercer hijo, un hijo buscado y deseado. ¡YA ERÁMOS FAMILIA NUMEROSA! Enseguida dimos la noticia a sus hermanos, ¡qué gran emoción tuvieron! Al mayor le pregúntamos cuántos erámos en casa, y dijo: 
-"cuatro"
-"no, somos cinco"
-"mamá estás embarassà, tens un bebé en la pancheta!serà una nena?" (todo esto dando saltos de alegría).

A pillisquín, que iba camino de los dos, le costó más entenderlo, aunque desde ese día y contagiado por la alegría de su hermano y de sus padres, no hacía más que decir "hola bebé" (mientras acariciaba o besaba mi barriga). Y es que desde el momento que se enteraron que tenían un hermano no han hecho más que derrocharle amor, ellos sabían, que aunque pequeño y en crecimiento, ese era YA su hermano pequeño. Qué paradojas, como algo tan obvío ante los ojos de unos niños, cuesta tanto de entender a gobiernos y adultos....